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28 sept. 2021
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Marine Serre y Weinsanto proponen universos alternativos en la noche parisina

Publicado el
28 sept. 2021

Un auténtico fenómeno fan se gestó en la noche del lunes 27 de octubre. ¿La razón? La diseñadora francesa Marine Serre llevaba al Museo Carnavalet su última colección “Fichu Pour Fichu”, cerrando la jornada de apertura de la Semana de la Moda de París. Y sus fieles seguidores no faltaron a la cita, agolpándose en las estrechas calles de Le Marais. Todos ellos fácilmente reconocibles, uniformados cual subcultura urbana, vistiendo las emblemáticas prendas con la firma única de la diseñadora: un estampado de lunas que invade tops y leggings ajustados, botas afiladas, cazadoras vaqueras o incluso mascarillas futuristas. Sin olvidar los pañuelos blancos que hacían las veces de invitación, en un guiño al título de la colección.


Colección primavera-verano 2022, "Fichu Pour Fichu" - Marine Serre


Iluminados por una tenue luz anaranjada, los jardines del museo dedicado a la historia de París daban la bienvenida a los invitados, no exentos de un intenso control de seguridad a la entrada con “pass sanitaire” (código QR que certifica la vacunación completa en Francia, ndr) incluido. Una decena de maniquíes, colocados organizadamente en el pórtico que separaba los espacios ajardinados, acaparaba la atención de los teléfonos de los presentes, dedicados a inmortalizar rápidamente en sus “stories” cada detalle de las prendas, de bordados delicados a piezas de ganchillo tradicionales, pasando por bisutería inspirada en cubertería o etiquetas sobre la espalda de de una larga gabardina en denim teñido de rosa y violeta acreditando su procedencia del reciclaje de pantalones vaqueros. Y es que la colección primavera-verano 2022 de la creadora se convertía en su propuesta más sostenible hasta la fecha, compuesta en un 45 % de materiales reciclados y 45 % de ellos regenerados. 

Un futurista regreso a los orígenes, por Marine Serre


 
La propia voz en off de Marine Serre fue la encargada de dar paso a la proyección de “Ostal 24”, que hace referencia a la palabra “casa” en occitano, la lengua de la región de origen de la diseñadora. Un cortometraje de 13 minutos, ya disponible en la web de la marca, encargado de sustituir al formato clásico de desfile y que supuso la continuación de la alianza entre la diseñadora, ganadora del premio LVMH en 2017, con sus colaboradores Sacha Barbin y Ryan Doubiago desde que su trabajo conjunto comenzara con la colección primavera-verano 2021 “Amor Fati”. 
 
El vídeo, de estilo contemplativo y con ecos de la experiencia del confinamiento, aportaba una “visión optimista” de la diseñadora, reflexionando sobre cómo será la vida con menos restricciones en la que existe el riesgo de caer en “antiguas costumbres”. Los silenciosos personajes de la propuesta audiovisual veían pasar una jornada completa en comunidad, en la que interpretaban las acciones que marcaron los últimos meses de encierro: de la meditación al yoga, pasando por la danza o momentos familiares a la mesa. Todos ellos luciendo diseños que reflejan una arqueología del pasado, marcada por la combinación y la transformación de trozos de tejido, procedentes de textiles de hogar como servilletas o manteles, o incluso dando una segunda vida a deadstocks de cuero y reconvirtiendo pantalones vaqueros en prendas renovadas, teñidas en degradados únicos. 
 
El toque hogareño también corrió a cargo de la cubertería reinterpretada en pendientes y collares, así como en elementos tradicionales como mantas de crochet o escenas vanguardistas de vendimia. Un espacio bucólico y rural en el que no faltaron los característicos estampados patchwork de Marine Serre en tonos azules y naranjas, en vestidos fluidos asimétricos, leggings o monos de cuerpo completo. Por su parte, el lino y el algodón estuvieron presentes en looks de un blanco impoluto, que puntualmente contaron con las iniciales bordadas de la diseñadora o crearon prendas caladas de pointelle, mientras que la seda reutilizada sirvió para construir nuevos vestidos collage y los textiles a partir de fibras de maíz se apropiaron de camisetas de estilo noventero. Mención especial merecen dos chubasqueros con visera y corte oversize en tonos marrón chocolate e intenso fucsia.




Weinsanto - Spring-Summer2022 - Womenswear - Paris - © PixelFormula



“Quiero que la gente sienta la belleza y la sencillez de estar juntos y que encuentren la felicidad de cocinar, comer, bailar, hacer yoga…”, comentó Marine Serre, reflexionando en que “al mismo tiempo que cada día que tomamos decisiones tienen un impacto, ¿cómo podemos ser más responsables con las decisiones que tomamos? La moda va más allá de drapear tejido y lograr beneficios, puede ser un lugar en el que seamos libres para acciones con significado”.

Tradición alsaciana, acrobacias y drag queens en Weinsanto



Solo una hora antes y a escasos metros de la mediática presentación de Marine Serre, en un "hotel particulier" de la misma rue des Francs-Bourgeois, el joven creador del pelo rosa, Victor Weinsanto, subía a la pasarela su tercera colección, “Hopla Geiss”. Un show con aires de performance exclusiva, que contó con la atenta mirada de algo más de un centenar de invitados, entre los que destacaron compañeros de profesión como el dúo galardonado con el premio Pierre Bergé de la Andam 2021, EgonLab, o del diseñador Simon Porte Jacquemus, acompañado de su inseparable perro Toutou; así como personalidades como el bailarín de la Ópera de París, Germain Louvet, o la participante de la 12ª temporada de RuPaul, la drag queen Nicky Doll.
 
Formado en las filas de Jean-Paul Gaultier, el diseñador de 27 años desplegó un show de espíritu teatral y elementos de exageración circense, reflejados en las interpretaciones de su casting diverso e inclusivo, que viajaron desde la representación de breves escenas, hasta la danza o la gimnasia, pasando por una hipnótica sesión de acrobacias con una reinterpretación de un patio floral como telón de fondo. Una herencia escénica reflejada en reinterpretaciones de corsetería, drapeados de tejidos satinados, escotes infinitos o monos negros de cuerpo entero, entallados y transparentes. Por su parte, solo el denim claro y degradado intervino en un puñado de looks de corte más “street”, responsables de aligerar y contrarrestar la voluptuosidad de vestidos dramáticos en tonos fucsia, violeta y negro o apuestas lenceras completadas con capas brillantes.
 
No faltaron las ilustraciones de Clément Louis, en homenaje a la modelo fetiche y musa de Weinsanto, Queentoide, ni las referencias a la cultura alsaciana. Los lazos de los peinados característicos de la región y una reinterpretación personal de los bretzels coronaron los looks en un formato XXL, al tiempo que el kelsch (tejido de lino y algodón fabricado en Alsacia, ndr) sirvió para dar forma a las creaciones “couture” y gigantescos bolsos recordaron al típico pastel “kougelhopf” . 
 
“Esta colección es un homenaje a mis orígenes, a Alsacia, quería representar una colección muy personal sobre mi historia, en la que se entremezclan sentimientos y recuerdos de mi familia”, comentó Victor Weinsanto, visiblemente emocionado tras el desfile. “Quería aportar humor y cambiar el significado de estos códigos tradicionales, honrando a mis abuelas”, continuó. Sin ir más lejos, una de ellas también estuvo presente en el show… Su voz se escuchó en la grabación de la canción regional responsable de abrir el desfile.
 

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