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Ana Ibáñez
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20 feb. 2023
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JW Anderson, Erdem, Christopher Kane, Nensi Dojaka y S.S. Daley en la Fashion Week de Londres

Traducido por
Ana Ibáñez
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20 feb. 2023

El domingo pudimos disfrutar en Londres de cinco grandes colecciones, ninguna era una obra maestra, pero todas mostraron a diseñadores que luchan con su ADN y su deseo de definir su universo a través de la moda. JW Anderson, Erdem, Christopher Kane, Nensi Dojaka y S.S.Daley. Algunos días, en determinadas temporadas, es importante confiar en las ideas visuales de los diseñadores y no en las explicaciones verbales de sus colecciones. Como sucedió este domingo en la Semana de la Moda de Londres.
  

Jw Anderson - Otoño-Invierno 2023 - 2024 - Mujer - Londres - © ImaxTree



JW Anderson: JW Anderson: Colaboración con Clark en el Roundhouse


 
Un domingo soleado y con mucha actividad en Londres. La jornada abrió con la última colección JW Anderson, el "enfant terrible" de la moda con influencias artísticas, en una novedosa colaboración con Michael Clark: meditación visual sobre el significado del fandom.

Bailarín, coreógrafo, cineasta y videoartista, Clark ya ha colaborado en el pasado con diseñadores de la talla de BodyMap, el artista Leigh Bowery y los músicos Wire, Jarvis Cocker y Scritti Politti.
 
De ahí que la invitación de Anderson fuera un dibujo de un gran falo negro elaborado por Clark. Esa misma imagen aparecía en las cajas gigantes que recibían a los invitados en el Roundhouse, donde se celebró el desfile. Junto con una mano gigante con dos dedos en forma de V con las puntas plateadas y cajas de Coca Cola, con el logo y el eslogan modificados para leer "Enjoy God’s Disco, is there nightlife after death" (“Disfruta de la Discoteca de Dios, ¿hay noche después de la muerte?").
 
Las mismas imágenes las pudimos ver sobre camisetas plastificadas en la apertura del desfile, combinadas con pantalones deshilachados en los tobillos. Después, las modelos exhibieron vestidos camiseros con estampados de bolsas de Tesco y vestidos camiseta con caritas sonrientes al revés.
 
La silueta novedosa del diseñador norirlandés se puede apreciar en sus camisetas tubulares que imitan la piel de cordero con pequeños bolsillos a la altura de la caja toráxica, dando la sensación de que las modelos se sujetaban el pecho.
 
También mostró camisetas blancas, suéteres de lana raída y bolsos de cuero en los que podía leerse Michael Clark en verde. Y casó los dos nombres en una camiseta marinera de estilo bretón con el logotipo JW en forma de ancla y el nombre Michael Clark en color verde.
 
Aunque el centro de la cuestión fue la silueta alargada de Anderson, en la que hombros, bolsillos y perneras sobresalían como triángulos isósceles invertidos. Pudimos apreciarla en gabardinas beige y pantalones de algodón color ciruela. También vimos solapas gigantescas de 45 centímetros de ancho que terminaban a media manga.
 
"En septiembre del año pasado estaba mirando el archivo de Michael y pensé que no podía mirar el archivo de otra persona sin mirar también el mío. Así que cogí un elemento de cada colección de los últimos 15 años y fusioné los dos archivos. Cuando estaba en la universidad, Michael era una gran inspiración para mí. Así que esto es una reconciliación con el pasado, porque al final el trabajo de un diseñador es una serie de rechazos a determinadas cosas", explicaba Anderson ante la Coca Cola de Dios. 
 

Erdem - Otoño-Invierno 2023 - 2024 - Mujer - Londres - © ImaxTree



Erdem: Fantasía de la mujer deshonrada


 
Ningún diseñador representa mejor a la mujer victoriana deliciosamente angustiada que Erdem Moralioglu. Desde que se mudó a una casa de Bloomsbury, sus colecciones hacen cada vez más referencia a los habitantes del barrio.
 
De las grandes damas intelectuales de una temporada a las mujeres deshonradas de esta. Más en concreto, sus fantasmas, a los que se podía oír vagando por un desván en la banda sonora anterior al desfile celebrado en el Sadler's Wells.
 
El gran descubrimiento de Erdem fue que su nuevo hogar formaba parte de una gran institución llamada A Home of Hope for the Restoration of Fallen Women (Hogar de la esperanza para la restauración de mujeres deshonradas). Unas 3216 mujeres pasaron por sus puertas, y sus descendientes aparecieron a la turbia luz de este desfile.
 
Y resultó una gran colección, con las gabardinas de Erdem en jacquard de lana con bordados de azabache, o sus ajustadas chaquetas de colegiala combinadas con una falda con polisón de tafetán metalizado.
 
La mitad de la colección incluía mangas globo de percal de estilo clerical, o mangas de murciélago en tela de faille. Vimos volantes y ondas en casi todos los looks.
 
Actualmente, nadie domina el drapeado en Londres como Erdem, que cautivó al público con vestidos asimétricos de encaje en amarillo ácido o negro. Intrincados y cautivadores, ofrecían un resultado magnífico.
 
Exactamente igual que los maravillosos abrigos Crombies de fil-coupé floral metalizado; varios vestidos de faille de color marfil con incrustaciones de jade; y el impresionante final: vestidos victorianos de tul en capas adornados con cristales que rozaban la perfección.
 
"El Hogar de la Esperanza se consideraba un lugar benévolo, aunque los registros revelan un motín provocado en la plaza por residentes ebrios que no habían cumplido el toque de queda, lo que podría sugerir lo contrario. ¿Quizá también había cierto jolgorio desenfrenado en la casa?", se planteaba Erdem en sus notas del programa.
 
Se podrían hacer objeciones a la oscuridad de la puesta en escena en el Sadler's Wells Theatre. Pero dado el dudoso pasado de muchas de las mujeres deshonradas, era inevitable.
 
El tono era grandioso, pero no ostentoso. Los dobladillos estaban deshilachados, los vestidos daban la sensación de haber vivido alguna travesura personal. Eran prendas históricas, pero no retro, con un corte valiente y unas proporciones propias de Erdem que hacían que todas parecieran nuevas.
 
Resumiendo, Erdem es lo más parecido a la alta costura que existe ahora mismo en Londres, bendecido por la imaginación exquisita de un diseñador excepcional. O quizás modisto con acento canadiense.
 

Christopher Kane - Otoño-Invierno 2023 - 2024 - Mujer - Londres - © ImaxTree



Christopher Kane: Rebelión en la granja



La última colección de Christopher Kane, protagonizada por estampados en lycra de cerdos y ratones, se presentó en un espacio de exposición oscuro situado en una calle lateral de Angel Islington.
 
Los animales luchan por su espacio sobre vestidos de cóctel y de fiesta en una colección errática.
 
Comenzó muy discreta con una serie de vestidos de tirantes tan rígidos que se quedaban verticales. En general estaban adornados con bordados florales primaverales, y resultaban elegantes, pero no perfectos.
 
A mitad del desfile, Kane daba un golpe de timón con vestidos de lentejuelas y varios looks de mujer fatal con encaje, seductores y elegantes. Algunos de ellos estaban confeccionados con bandas en contraste de lentejuelas y gasa y resultaban brillantes. Se notaba que las modelos eran las más felices del desfile. Lástima que no hubiera más como ellas.
 

Nensi Dojaka - FNW



Nensi Dojaka: Sofisticación descarada y semitransparente


 
Millones de compradores acudieron al desfile de Nensi Dojaka, la ganadora del premio LVMH, que ha conseguido un gran número de seguidores en las redes sociales. Su reputación le viene por convertir la ropa interior en prendas exteriores de lencería elegante.
 
Una sala abarrotada en Alva Coachworks, un garaje reconvertido en un rincón industrial de Islington. No había nada de industrial en esta colección, arrojo en su máxima exponente.

Vimos sujetadores, corpiños y tops en prácticamente todas las propuestas. El desfile abrió con un sujetador debajo de un top de rejilla combinado con leggings acampanados que hacían volantes de tul a la altura del tobillo Después vinieron todo tipo de tops, faldas, vestidos y túnicas de malla, que dejaban al descubierto un sinfín de partes del cuerpo.
 
Dojaka cortó hábilmente varios vestidos de cóctel, con inserciones de gasa y encaje, que terminaban muy por encima del muslo.
 
No cabe duda de que Nensi sabe cómo halagar el cuerpo de la mujer. Aunque en una colección de invierno podría haber un poco más de ropa capaz de abrigar a la mujer de Dojaka.
 
Para el pase final, Nensi recurrió a grandes estrellas de la pasarela, como Mariacarla Boscono, con un pecaminoso vestido rojo. O Adut Akech, con medias de encaje negro, malla, sujetador de lentejuelas y falda transparente, e Imaan Hamman, con sujetador, bragas y falda de lentejuelas plateadas. Prácticamente se podía oír el pulso de los viejos heterosexuales del público latiendo mucho más rápido.
 

S.S.Daley - Otoño-Invierno 2023 - 2024 - Mujer - Londres - © ImaxTree



S.S.Daley



No todos los diseñadores consiguen que un nominado al Oscar abra su desfile recitando a Tennyson. Por otra parte, no todos los diseñadores tienen tanto talento como el ganador del LVMH Prize, S.S.Daley.
 
Sir Ian McKellan, a quien casi todos conocen como Gandalf en El Señor de los Anillos, recitó las famosas líneas de Alfred, Lord Tennyson, en La Llegada de Arturo: “Wave after wave, each mightier than the last, till last, a ninth one, gathering half the deep”. 
 
La misma frase que podíamos leer en las camisetas de seguidores y admiradores sentados en la primera fila del desfile. Un desfile mixto celebrado en las entrañas de un lugar céntrico de Londres, prácticamente debajo del CentrePoint, el rascacielos sensiblero descrito en su día por un primer ministro tory como la cara inaceptable del capitalismo.

McKellan, ataviado con unos pantalones estrafalarios, un chaquetón enorme y una gorra de capitán, se paseaba recitando a Tennyson, antes de que comenzaran a aparecer los modelos de este desfile mixto.
 
A Daley le gusta la moda poética: hombres con chaquetas de seda a rayas de doble botonadura, rematadas con un keffiyeh y combinadas con pantalones de montar ajustados. Algo bastante complicado, pero muy actual.
 
Las chicas de Daley son amazonas de bar portuario con faldas muy fruncidas, blusas tipo Moll Flanders y mucha actitud.
 
En suma, es una mezcla entre Artful Dodger y Querelle. Disfrutar de una copa en un bar de fantasía, donde el patrón Jean Jeannette viste camisas de percal de seda con ilustraciones expresionistas de jóvenes desnudos, con su artillería totalmente expuesta.
 
Sin embargo, en realidad, era una colección a medio hacer, personificada por varios looks con platos de Wedgwood pegados a prendas de punto y tops.
 
Una colección crisálida, un diseñador buscando su camino, y aun así, un soplo de aire fresco para la moda, con un creativo que crea visiones inesperadas. Ese es el objetivo último de la moda. S.S.Daley es un trabajo en proceso, tanto la marca como el diseñador.
 

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