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Cerruti 1881, privado del prêt-à-porter, se apoya en las licencias en espera de un comprador
Nada ha cambiado realmente para Cerruti 1881 desde que su propietario, Trinity Limited, entró en liquidación en enero pasado. A la espera de que las autoridades judiciales de Hong Kong tomen una decisión, la marca de prêt-à-porter masculino de lujo continúa su actividad en torno a sus licencias, que siempre han estado en el centro de su modelo de negocio.
Trinity Limited, distribuidora especializada en moda masculina de alta gama, anteriormente propiedad de Li & Fung (del conglomerado de Hong Kong Fung Group), fue adquirida en 2017 en un 51 % por el gigante textil chino Shandong Ruyi, que en la actualidad enfrenta una enorme cantidad de deudas. Fue a raíz de los problemas financieros de este último que Trinity entró en liquidación a principios de año, y es por esto que se pone en duda el futuro de sus marcas, concretamente Cerruti 1881, el histórico proveedor de sastrería de la corte real inglesa Gieves & Hawkes y la marca británica de camisas Kent & Curwen, que dejó de operar en Reino Unido.
Fundada en París en 1967 por el diseñador de moda italiano Nino Cerruti, fallecido en enero, la casa tuvo un éxito particular en las décadas de 1970 y 1980, antes de cambiar de propietario varias veces a partir de 2001, después de que el fundador vendiera su empresa al holding italiano Fin Part y se retirara de la moda.
Tras una serie de contratiempos, la empresa pasó a manos del fondo de inversión estadounidense MatlinPatterson Global Opportunities Partners, antes de ser comprada en 2010 por Trinity Limited, que posteriormente pasó a manos de Shandong Ruyi.
Según explica a FashionNetwork.com Claire Landrau, directora de marketing y comunicación de Cerruti 1881, la casa se encuentra hoy en una situación “que no tiene nada de excepcional”, “un proceso clásico”.
"Seguimos siendo propiedad de Trinity Limited. Hay un proceso de liquidación en curso en Hong Kong. Estamos esperando la decisión de los liquidadores. Pero no hay temor por el futuro de Cerruti. Nuestra marca debería estar a la venta en breve", remarcó Landrau.
Cerruti 1881 sigue bajo la dirección de Laurent Grosgogeat, nombrado en 2016, mientras que sus actividades se organizan en torno a sus licencias, lo que le permite mantenerse a flote en este periodo de transición. Empezando por la más importante, la de los perfumes, adquirida en 2018 por la británica Designer Parfums, seguida de la marroquinería (bolsos y zapatos de mujer y hombre). Las colecciones de accesorios, que son gestionadas por la empresa italiana Principe desde hace 18 años, se distribuyen a través de una red de 2000 minoristas en 40 países entre Europa del Este, Oriente Medio y Europa.
Los relojes representan otra parte importante del negocio, particularmente en Francia. Son producidos y distribuidos por International Luxury Group (ILG), con sede en Suiza. A esto se suma la categoría de corbatas y fulares, gestionada bajo licencia por la empresa francesa Anthime Mouley.
El prêt-à-porter masculino, por otro lado, se suspendió poco después de la partida del director artístico Jason Basmajian en julio de 2019, seguida del cierre de la tienda parisina de la marca, ubicada en el bulevar Haussmann. La última campaña de Cerruti 1881 disponible en la web de Trinity se remonta al otoño-invierno 2020/21.
"Hemos tenido mala suerte. Antes de los dos últimos años de la pandemia de Covid-19, nuestra sede de Hong Kong sufrió la peor parte de las protestas in situ durante un año", recuerda Claire Landrau.
“Felizmente tenemos la fortuna de no depender en un 100 % de la marca. Nuestra actividad de licencias está muy bien posicionada y nos permite esperar la decisión de los liquidadores. Esperamos con ansias que todo se ponga en orden para poder anunciar nuevos proyectos”, concluye.
Las otras marcas de Trinity, Gieves & Hawkes y Kent & Curwen, también esperan noticias sobre su futuro, al igual que otros activos de la cartera de Shandong Ruyi. A finales de 2021, los acreedores del grupo chino se hicieron con SMCP (Sandro, Maje, Claudie Pierlot y De Fursac), del que Shandong Ruyi era accionista mayoritario, y también buscan apropiarse de la compañía The Lycra Company
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