Bocetos de la casa Balenciaga en Getaria, las claves de un proceso creativo

El Museo Balenciaga de Getaria abrirá al público este jueves una exposición con una parte representativa de los más de 8000 bocetos de la casa parisina del modisto adquiridos por el Gobierno Vasco al diseñador italiano Lorenzo Riva y que son clave para entender el proceso de trabajo del maestro.

Esos fondos pertenecen ahora al Archivo Histórico de Euskadi, que los depositará en el museo dedicado al maestro guipuzcoano en su localidad natal de Getaria para su estudio e investigación con el objetivo de difundir "la relevancia histórica de la colección, poner en valor su procedencia y compartir su belleza".

"Dibujos de la Casa Balenciaga 1943-1964. Fondo Riva. Archivo Histórico de Euskadi", que se podrá visitar hasta el 21 de mayo, es el título de la exposición, concebida como el "paso previo" a ese depósito.

La muestra, presentada este miércoles en rueda de prensa, la conforman 120 dibujos y documentos con los que se quiere dar a conocer "el proceso de trabajo en la casa Balenciaga en las décadas centrales del siglo XX", desde "la conceptualización del diseño hasta su presentación, con una importante parte dedicada a la ejecución".

"A los bocetos realizados por diferentes manos y con diversas técnicas, se suman los documentos privados y las numerosas anotaciones manuscritas por Cristóbal Balenciaga que dan testimonio de la constante implicación del modisto en todo el proceso y suman interés al conjunto", explica Balenciaga Museoa en el folleto de la exposición.

El recorrido comienza con esbozos preliminares, dibujos sin anotaciones que representan únicamente ideas exploratorias, pero entre los que destaca el estudio dedicado al modelo "semientallado", que la casa Balenciaga presentó en la colección de verano de 1951 y supuso "un hito en la historia de la moda".

La parte más importante reúne los bocetos de taller realizados entre 1956 y 1962, todos con "informaciones concretas" sobre los modelos que la casa presentaba cada temporada, como un número de registro, el nombre del "première d’atelier" encargado de la ejecución y el de la maniquí que lo iba a lucir.

Muchos de esos dibujos se completan con anotaciones sobre materiales y proveedores acompañados de muestras de tejido.

"Otro aspecto del proceso de producción de la casa se refleja en las anotaciones manuscritas de Cristóbal Balenciaga, con modificaciones y aclaraciones sobre la construcción de diferentes modelos. Hasta la presentación de la colección, cada modelo podía ser objeto de cambios puntuales, tanto en su ejecución como en su interrelación con otras prendas del conjunto", explica el museo.

También se pueden ver "bocetos comerciales", menos frecuentes en el fondo y datados en los años 50, que se realizaban para las presentaciones de las colecciones que también se realizaban en otras ciudades de Europa y América.

La importancia "del total look" queda reflejada en una pequeña serie de bosquejos dedicados a complementos. "Las anotaciones manuscritas de Cristóbal Balenciaga determinando materiales y colores, al igual que la posición en la que sombreros y tocados deben colocarse, evidencia la intervención del modista en todo el proceso creativo de la silueta", remarca Balenciaga Museoa.

El fondo cuenta "con un número significativo" de dibujos de los años 40 para vestuario teatral, en los que "queda patente el extenso y detallado conocimiento de la indumentaria histórica queda patente en estos bocetos", entre ellos algunos de los confeccionados para la actriz Alice Cocéa para el espectáculo "Echec à Don Juan" de 1941.

El Gobierno Vasco compró por 650 000 euros un total de 8.362 documentos sobre la Casa Balenciaga de París a Lorenzo Riva, que fue director creativo de la marca a inicios de los 80.

"Ningún otro museo del mundo conserva un fondo documental específico de Balenciaga de esta naturaleza, y solo la actual firma Balenciaga, que carece de una vocación de acceso público a sus archivos, dispone de un fondo mayor", subraya el museo de Getaria.